8 mar 2012

Demoniocracia*

Sue Coe. Reagan Speaks for Himself. 1984
Otra vez elegir.
Otra vez jugar al falso sistema. 

Si aún no tienes mayoría de edad considérate afortunado de no tener que reclamar derecho a abstinencia. El derecho a abstinencia es un mito, tu abstinencia le vale por un voto extra al mayor postor.
Otra vez manipulando nuestras mentes, pero ¿realmente?
¿Qué tan probable es continuar en el poder para los mismos derechistas de hace ya varios años?
Y ¿qué tan conveniente es votar por el partido que ya nadie quiere?
¿Quién asegura que los resultados serán respetados?
Ésta última, la pregunta que atormenta a cada ciudadano cada nueva elección.

Pero ¿qué resultaría de votar por la opción izquierda?
La aparentemente débil, la tibia, la falsa izquierda
No se... pero yo preferiría ver qué hacen los otros en el poder a seguir con el fascismo hipócrita que nos han impuesto.

Finalmente ¿qué podemos perder? La "nación" ya está vuelta un caos, nos está tragando con todo y piel el narcotráfico y todo tipo de tráfico; pobreza, hambre, ignorancia, violencia extrema, divisiones, conformismo, ambición, corrupción e indiferencia... ¿qué más puede pasar?
Más allá de la ceguera emocional e intelectual (manipulación por parte del poder) y la ignorancia no creo que haya nada más.
Ya somos esclavos, aunque algunos con consciencia de serlo; los que nos hacemos los ciegos pero jodemos por debajo, esos a los que llaman "revoltosos", "anarquistas", sería bueno que fuéramos anarquistas. 


Pero abstenerse no es la solución.

Votar podría tampoco ser la solución definitiva, pero el buscar nuevas alternativas para que las cosas cambien de algún modo (darle el voto a la oposición, a la opción izquierda), callar y observar puede darnos tiempo para levantarnos y actuar, y no me refiero sólo a levantarnos en armas, sino a la organización colectiva que nos permita abarcar todos los campos, desde la acción directa hasta la muy larga y ardua revolución intelectual.

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