No creo en la casualidad, tampoco en los designios de Dios. Yo sólo creo en la naturaleza; en la Energía y sus fuerzas de acción y reacción.
Haberme alejado de él es el duelo más extraño. Extraño como adjetivo y también como verbo aunque sé que no volverá. Sólo seguí los pasos de la Nada, del Todo. Sólo seguí el "camino del Haz"* y sé que le he roto, sé que no lo comprenderá. O quizá algún día lo haga, mas no espero que sea pronto.
Por primera vez tengo el timón en mis manos y estoy aprendiendo a dirigirme. Me apremia una impasible sensación de que algo importante está por suceder. Quizá así es como se sienten los frutos maduros al desprenderse, o tal vez esté esperando vanamente una recompensa por el sacrificio de su presencia. Sin embargo no es precisamente que espere una gratificación, tengo muy en claro que las consecuencias a veces toman su tiempo. Probablemente sólo soy una optimista intentando dar un sentido a cada momento de mi vida mediante creencias dementes y esperanzas ingenuas.
Y soy tan completamente normal, alguien hace poco me lo dijo. Lo soy incluso a pesar de que para muchos "normales" no lo soy.
A veces dejo de escribir porque me aburro de mí misma, por eso es que sólo lo hago estando ebria en pasiones y/o emociones. A veces -como ahora- no tengo idea de por qué estoy escribiendo. Y en muchas ocasiones por indisciplina no abordo los temas que quisiera por lo que termino escribiendo cualquier cosa.
Yo quiero escribir Revolución. Pero "¿A qué le llamas revolución?" escribió él un día.
¿A qué le llamas amor? Revolución es amar, por ejemplo, pero amar verdaderamente, con la ternura y las entrañas, con las manos y los pies, con los ojos y la vida; amar tal que tus acciones trasciendan el egoísmo; amar a quien puedas, amar lo que quieras, dejar al amor ocupar tu interior y después tomarlo y crear. Eso es Revolución.
El sacrificio, por ejemplo, también es Revolución, pero no hablo del sacrificio por causas frívolas, sino de la determinación de dirigir la vida hacia una causa poco o nada egoísta. Esto es, según mis torpes cálculos, el inicio de toda Revolución.
Posiblemente sea por ello que escribo tanto sobre amor y desamor, o bien bajo la influencia de éstos...
Ansiedad suave es la ternura; la delgada línea que delimita el amor No eres algo en mi vida y probablemente jamás volverás a serlo No eres nada en mi vida salvo lo que hoy soy La mujer sentada a mi derecha se levanta en el instante justo en que empiezo a escribir esta nota Todo sigue con la normalidad que cabe en mi vida llena de coincidencias, y yo sigo escribiendo desde muy tarde A mí sigue sin importarme gastar algunos minutos de mi apremiante tiempo sólo pensando en ti o escribiendo cualquier cosa con tu ausencia como testigo de que te aludo en cada verso por mucho que a veces intente no hacerlo
El agua se me escapa en nostalgia carente de algún sentido y yo aún tengo tanta sed de sed*
Esta es mi segunda traducción en el blog de una letra de la clandestinamente polémica banda Crass. Una joya del arte contemporáneo en plenos 70's, que ni buscaba ni obtuvo el reconocimiento merecido son, a mi parecer, un fenómeno digno de conocer y analizar.
"¿Tu crees que vine a este miserable mundo para que me gobiernes y asesines,
En tus apestosas fábricas y oficinas con tus estúpidos sistemas y habilidades?
¿Tu crees que no tengo nada mejor que hacer que arrastrarme en la mierda,
Pidiendo el hogar y pan que me corresponden, y esperando una palmada en la espalda?
¿Tu crees que no tengo nada mejor que hacer que vivir en la mentira que ofreces,
Aprender las dulces moralejas, las lecciones, los juegos y dar gracias a dios por la realidad que vivo?
Me tomaste por la fuerza para hacerme todo un hombre, soy el poder de esta tierra.
Tomaste a una mujer y le enseñaste a ser inferior,
Una esclava del más fuerte, nadie más que un huésped.
Me enseñaste a amar, a encontrar una pareja
Una mujer a mi servicio, pero tu amor es una violación.
Me dejaste hijos que sostener y distorsionar,
Para atarlos a tus reglas de normalidad hasta que se acostumbren
Les dí el alimento que vendes en las tiendas,
tenía entendido que era saludable, pero en realidad eran desechos.
Me quitaste mi salud con tu benevolencia de mierda,
Me quitaste mi dignidad con tu dependencia repartida en filas.
Me enseñaste a robar cuando quería compartir,
A tomar todo para mí y no sentir remordimiento.
Has suprimido mi visión con tu autoridad opresiva,
Los sueños y esperanzas casi se desvanecieron hasta asfixiarme.
Me hiciste sentir confundido hasta que aprendí
a obedecer todas las órdenes y nunca irritarme.
Yo grito en las calles y tu me quitas mi voz
Esta farsa de democracia no deja otra opción.
Has tomado mis ojos al punto en que ya no queda nada por ver
salvo abuso y destrucción, sin oportunidad de ser libre.
Me quitaste mi pensamiento, mis intentos por sobrevivir
para creer en tu mano, en tu arma y en tu biblia
Me enseñaste a matar en nombre del Señor
Me obsequiaste odio, cuando sé que existe el amor
Me enseñaste a matar en nombre del Señor
Me obsequiaste odio, cuando sé que existe el amor."
Hay alguien que merece el único duelo sin interrupciones Hay alguien atrapado al reverso de mi almohada e incluso ahí, guarda cautela y distancia Hay alguien que bajo ninguna circunstancia se encuentra con mi olvido por lo que enferma me he creído, me he sentido me he reconocido ¿Estás ahí? En el destino, en lo inevitable, en lo natural En esos días en que me salvaste En mi hogar temporal y en cada asombroso paisaje de sus cielos También en la ciudad En todas partes, nunca más Todavía, contrariada, pienso que hice lo correcto pero sigues ahí En el gran lago, en la garza blanca En las vías que cruzan el puente En las mañanas apresuradas En la estación del tren, haciéndote un drama Entre el silencio de millones de letras empastadas En cada erótico rincón de sus jardines Volando en tus brazos, sobre tus piernas Levitando si suspiras o si observas Reviviendo si creas Estoy curada, estoy de vuelta ¿Quién va a creer que me trajiste a casa?
Solía ser de las personas que no son partidarias del feminismo porque "creen en la igualdad". Solía pensar en las feministas como personas extremistas y traumadas; me mantenía alejada del tema, segura de estar en la postura correcta. Solía encontrarme ciegamente en una relación violenta. Salí de ésta con una hija. Nunca he sido religiosa, de hecho fui atea por mucho tiempo pero tampoco creo en las casualidades. Creo en que tuve una hija, una mujer, para entender el feminismo. La violencia de género está normalizada, maquillada. Es por eso que quien la señala es juzgado de "feminazi". Después de vivir con secuelas, después de tener que tragarme el miedo a poner en riesgo la integridad y salud emocional de mi hija, por el cariño y derecho que todos los niños tienen de ver y convivir con su padre. Después entendí que las "feminazis" no son crueles ni agresivas, sólo están hartas. Sólo son mujeres que han vivido la violencia de género quién sabe en qué formas y cuántas veces (y lamentablemente no sólo las feministas). No defiendo la hostilidad ni las incongruencias ideológicas, pero sí entiendo que después de vivir con miedo, todo en el mundo te parece riesgoso. Entiendo que es un mecanismo de defensa, entiendo incluso que si algunas han decidido renunciar totalmente al sexo opuesto, ha sido por desesperanza. Y no es que la mujer sea víctima sólo por ser mujer. No es que la mujer no sea capaz de ejercer violencia, de hecho por increíble que parezca parte de la misoginia más común viene por parte de las mismas mujeres, pues nos educaron para competir entre nosotras por la atención y el reconocimiento de los hombres. Nos educaron para servirles, para aguantar. Sí, para aguantar. Por eso es normal que tu novio te ignore porque así son los hombres, pero si tu lo ignoras eres una perra. Hay que aguantar. Porque es natural si te es infiel alguna vez, tienes derecho a enojarte pero vas a volver con él cuando todo pase, pero si tu le eres infiel eres la peor de las putas para siempre. Hay que aguantar. Aguantar sus bromas pesadas, sus pellizcos y/o mordidas, aunque te deje marcas o no te guste. Aguantar su indiferencia ante tu vida, tus gustos, incluso a veces ante tu presencia. Aguantar sus ganas de tener sexo aunque tu no las tengas; aguantar y complacer. Porque lo amas, porque no quieres perderlo, porque si lo pierdes va a llegar otra (competencia), porque lo necesitas para ser feliz. La indiferencia en una relación es violencia, las críticas, las prohibiciones, las posesiones, los chantajes, todo lo que duele es violencia, y si se vuelve crónico puede empeorar hasta dejar graves secuelas físicas y psicológicas. No es un tema irrelevante, este es el poder que le otorgamos al género, y es un poder respaldado por la sociedad de tal magnitud que lleva a los hombres a sentirse dueños del género femenino, a sentirse con derecho sobre cualquier mujer en cualquier circunstancia. Incluso sobre su vida. Odiar a los hombres no es feminista; no es feminista prohibirle al violento padre de mi hija que la vea. No se llama feminismo porque busque el beneficio de las mujeres, se llama feminismo porque las mujeres no vamos por ahí violando y asesinando hombres impunemente, porque las mujeres no tenemos posiciones importantes en sociedad que nos permiten comprar esclavos hombres y niños, porque una mujer de cuarenta años no va manoseando a un chico de dieciséis en el metro, porque un hombre no sabe lo que es el miedo a ser abusado sexualmente, porque nadie debería de vivir situaciones de violencia física o psicológica y sin embargo para las mujeres es lo normal, porque una mujer violenta es una puta perra, pero un hombre violento también es lo normal.
Te quiero llevar al paraíso en Japón, sembrar un jardín de bambúes para vos
Vuelves a ser un sueño...
Nunca leí de tu libreta todo lo que por mi sentiste Pienso que estuve cerca, quizá un poco cerca de decirte que soy un fragmento de tu alma Es tiempo de escribir nuestros errores Nuestros peores defectos nos condujeron hasta aquí a la imposibilidad de nuestros sueños Pero no te preocupes, que en otra vida somos una pareja de gatos callejeros a merced de Tokyo Y por ahí dicen que en un mundo redondo, si dos caminan opuestos, se terminarán reencontrando
Él guarda un secreto justo detrás de su garganta
El cigarrillo en su boca es cáncer que no le mata
Aún recuerdo su androginia de hace más de cinco años
Y lo pequeña que me sentía ante la silente sonrisa de sus labios
Su cabello hablaba por él, estoy casi segura
De que vi sus manos y me sentí un gusano
reptando el suelo de sus silencios
Ahora le veo en mis sueños
¿quién te puso en ellos?
Él tiene dos nombres, tiene nombre y medio
Se enamoró de la obscuridad y hablan cada noche hasta que sale el sol
Se aman cada noche hasta que ella, exhausta, se marcha
Y él se queda dulcemente tendido en la cama, perdido entre sueños
Exorcizado de la ansiosa bestia del deseo
Puedo verlo cada noche desde mi cama, al cerrar los ojos
Y cuando ella se marcha le deja un cigarrillo sobre la almohada
Entonces, muy suavemente él despierta al mediodía
Y distraídamente lo enciende, por rutina
Otra vez, corazón, soy sólo un espectador
Mi lugar siempre fue éste, y cuando no fue terminó
Mi sol me dejó llorando en la estación del tren, sabes
Nunca le des la espalda a sus lágrimas ¿lo ves?
Mi sol me hizo protagonista, y luego jugó con mi vida
Se subió al tren sin mí
Está muy claro que volví al asiento del espectador
Me quedé a solas mirando tu película
Mirándote yacer en tu cama
porque ya no tengo nada mejor que hacer
nada más bello que ver
Si no es a ti, enamorado de tu dama
Si no es esa, tan familiar mirada
y las fotografías que me cuentan de tu alma...