28 may 2018

Alitas veganas

Una de las recetas más pedidas 👌
La idea surgió porque trabajé en una fuente de snacks donde no podían faltar las famosas alitas de pollo bañadas en algún tipo de salsa. Allí aprendí mucho de cocina (rápida), conservación y presentación de alimentos, y la verdad es que lo que servíamos tenía muy buen aspecto, pero me perdía de degustar algunos platillos (que no las salsas y aderezos) por mi alimentación vegetariana. Tiempo después de dejar ese empleo vino la idea a mi mente, inspirada por las infinitas posibilidades que un snack como este te permite en cuanto a sabor; quiero decir que las puedes comer, bañar, acompañar con todo lo que se te ocurra, literal TODO. Así que este es el resultado:

Ingredientes

• Soya texturizada en trozos grandes (se puede conseguir en cualquier tienda naturista)
• Salsa de soya o similar
• Aderezo al gusto (yo usualmente utilizo salsa bbq y salsa picante botanera pero lo divertido de esta receta es que se llevan con cualquier cosa incluso limón, guacamole, salsa de mango o lo que imagines)
• Hierbas de olor, pmienta negra o roja, tomillo y sal de mar al gusto

Preparación

Conozco mucha gente que no le gusta el sabor de la soya, porque es más que insípido, pero justo esa característica es lo que la convierte en el ingrediente perfecto para sustituir otro en muchos platillos, pues al carecer de sabor y tener cualidades absorbentes, puede adoptar casi todo tipo de sabores. Aunque es importante recordar que somos nosotros quienes le otorgaremos ese sabor, por lo tanto hay que tener especial cuidado en su preparación dependiendo de lo que se vaya a cocinar.

En este caso pondremos a hervir dos partes de agua por cada parte de soya texturizada, la cuestión es que el agua no sólo cubra completamente la soya sino que le rebase considerablemente ya que absorbe mucha al hidratarse. Yo uso 4 a 5 litros de agua por cada 10 piezas de soya. Añadimos también al agua las hierbas de olor, pimienta, tomillo y sal. Podemos abusar un poco de los condimentos para dar un mejor sabor, pero ten cuidado con esto al cocinar soya si eres sensible a los malestares estomacales.
Tapa y deja hervir durante unos 15-20 minutos. La soya flotará en la superficie, para una cocción pareja hay que voltear los trozos mientras se están hidratando. Comprueba que los trozos se puedan atravesar con facilidad por un cuchillo, cuando sea así retira del fuego y escurre. Para ello utiliza un colador y un aplastador de papas para presionar la soya y que libere el exceso de agua. No apliques demasiada fuerza porque al momento de asar va a perder más agua y podría tener una consistencia seca y fibrosa al comer.

Precalienta un sartén para asar con un poco de aceite (opcional) y coloca tus alitas (si son demasiado grandes los puedes cortar al gusto). Esparce por encima la salsa de soya y espera a que suelte aroma a asado antes de darles la vuelta. Si es necesario vuelve a darles una vuelta más hasta que el asado superficial quede semicrujiente. Aparte llena 1/4 parte de un bowl o plato hondo con tu aderezo favorito. Retira del fuego las alitas una a una y bañalas en el bowl con ayuda de unas pinzas, retíralas escurriendo el exceso de salsa y sirve. Puedes saltarte este último paso y servirlas en seco con el aderezo como dip o añadirlo por encima o como más te divierta. Para un plato saludable se pueden acompañar con bastones de zanahoria, pepino, jícama, apio también aderezados al gusto o para dipear, o con papas a la francesa, papas gajo, dedos de queso, papas crujientes, cheetos, etc.

Gracias por leer, espero que te gusten! Si tienes alguna duda escribeme o comenta aquí abajo ↓ Hacelo tu misma(o)! Y si te animas envíame una foto.

23 may 2018

Receta: Dedos de zanahoria

Esta receta se puede usar como guarnición o botana sola o acompañada de tu dip favorito.

Ingredientes

Zanahorias peladas y cortadas en julianas  (en palitos)
1 taza de Leche (puede ser vegetal)
1 taza de Harina (opcional)
1 taza de pan molido

Preparación 

Muy sencillo, sólo precalienta el sartén con suficiente aceite, pasa los palitos de zanahoria por harina o puedes saltarte este paso e ir directo a sumergirlos en la leche. Después llévalos al pan molido, que se cubran completamente y enseguida al sartén hasta que estén bien fritos. Escurre, sirve y disfruta ;9

Receta: Papas y chícharos con aderezo cremoso de calabcín

Hoy se me ocurrió esta receta como plato fuerte, acompañada de unos dedos de zanahoria como guarnición. Está muy buena para niños que no quieren comer verdura; a mi hija le encantó.



Ingredientes (2 porciones):

1/2 kg de Papa
1/2 kg de chícharo
1 cebolla
Sal, pimienta, orégano al gusto

Para aderezo:

3 o 4 calabacines redondos
1/2 cebolla pequeña
1 taza de leche (puede ser vegetal)
1 cda de margarina
1 cda de arroz (si es arroz corto o asiático mejor)

Procedimiento

Hierve los chicharos hasta que el agua empieza a consumirse, escurre y reserva. Pela y pica en cubos las papas previamente hervidas. Corta la cebolla en tiras y precalienta el sartén con suficiente aceite, añade la cebolla y sofrie. Cuando cambie su color añade los chicharos y remueve. Luego de un minuto agrega las papas, remueve y condimenta al gusto. Puedes añadir condimentos extra que tengas, yo le puse orégano y un toque de salsa de soya porque es mi favorita para sazonar, pero puedes usar el que más te guste y así jugar con los sabores :9

Para el aderezo

Precalienta la olla com aceite. Pica la cebolla y los calabacines; agrega primero la cebolla hasta que cambie su color y luego añade los calabacines y sal al gusto. Sofrie hasta que se pongan amarillos. Después licualos junto con la leche, mientras añade la margarina a la olla y cuando se derrita agrega la crema de calabacín que licuaste, mas una cda de arroz en crudo. Deja hervir y remueve ocasionalmente. El arroz le dará cuerpo y consistencia cremosa, pero ten cuidado de que no se pegue al fondo ni quede crudo. Si se consume tu aderezo agrega un poco más de leche.

Sirve las verduras con el aderezo, puede ir por encima de éstas o a un lado y disfruta ;9

13 may 2018

Cadáver de mis ídolos

Puedo sentir mi corazón eclipsarse desesperado
Todo terminó o apenas ha comenzado
Hola depresión de nuevo, esta vez no vas a tumbarme
Espera, ¿qué hago aquí abajo?
¿En qué momento...?

Abandonar toda esperanza y la luz se rehúsa a guiarme
Fue un encuentro fugaz y surreal
Arriesgado y frustrante
Pero no puedo cambiar, sólo me he vuelto más fuerte

Sigo siendo un gato iluso persiguiendo ágiles mariposas
Admirada por la remota posibilidad de alcanzarlas
Más no importa cuanto lo intentes, no hay nada que en tus manos puedas sostener
Y las mariposas fugaces, independientes 
Convirtiéndose en ángeles terrenales
No me he atrevido a privarlas de su libertad
Aunque oscuramente muera de ganas
Me han dejado sin aliento

Un mundo al que no pertenezco
Una vida que no es la mía
"Mata a tus idolos"
Pero no lo entendía hasta que la soledad me reveló que no pertenezco
Que esa no será mi vida y lo absurdo que es perseguirlos
No puedo evitarlo, déjame besar sus pasos
Sigo siendo un gato iluso que no hace uso de sus garras cuando sueña...

12 may 2018

Un sueño


Llegaba junto con mi hermana a una especie de mercado que recordaba al del festejo por el año nuevo chino en la Ciudad de México. Allí teníamos la seguridad de encontrarnos con algunos familiares sin antes haber quedado necesariamente de acuerdo, tal como haces al llegar a una fiesta familiar. La primera en encontrarnos es la senil abuela paterna, quien nos mira y saluda con alguna de sus extrañas frases que comunican un presentimiento remoto y confuso de reconocernos. Se ve físicamente saludable, casi tanto como en mi infancia. Al parecer la saludamos con un abrazo, ambas hermanas a la vez, mientras miro más allá veo avanzando hacia nosotras sin vernos a mi tía que vive en Nueva Jersey; probablemente vino de visita. Entonces voltea la mirada hacia nosotras y pienso en si me reconocerá, sonríe. De algún modo tengo la –por alguna razón- no tan extraña sensación de que mi papá estará allí en alguna parte.
Entonces aparecen promotoras de preservativos por todo el mercado, y sin una razón en concreto me encuentro deseando que me regalen algunas muestras, pero no lo hacen. Más tarde me voy enterando (o recordando) que mi gran Maestro, el de los rubios dreads se encuentra también por ahí. Entonces me pierdo entre el mercado (- Ahorita vuelvo) en su búsqueda, o tal vez en busca de algo que ya no recuerdo. Al final no encuentro nada y regreso a donde dejé a mi hermana, camino unos pasos más y encuentro a un lado una puerta abierta a la que entro y ella está allí, y mi madre, en una habitación que no sé si definir como accesoria o cochera, y también está Él. Los encuentro conversando, conviviendo y al verme entrar Él me sonríe como si fuéramos grandes amigos. Intercambiamos un par de palabras, creo acerca de si cantaría; entonces toma una sencilla bocina con micrófono, algunas personas presentes nos sentamos a escucharlo intrepretar acapella una hermosa canción que no recuerdo. Al terminarla está por irse, se despide, se desconecta, intercambia unas palabras con mi familia y se dirige a mí; de frente me dice algo como “Me voy para Perú a unos gigs, vení conmigo”. El mundo se abría ante mí, mariposas de emoción me invadieron el vientre y el pecho pero en mi mente el único pensamiento que cruzó fue mi pequeña hija. Tardé en responder pero mi Maestro esperaba con paciencia, mirándome, y finalmente dije “Aún no es momento…”

11 may 2018

Tu tan Hell and Heaven, yo tan Punkytud Fest

El 5 de mayo pasado aterricé en uno de los festivales underground más ambiciosos de la última década: El Internacional Punkitud Fest, que en su segunda edición contó con la presencia de 50 a 60 bandas nacionales e internacionales, con presentaciones repartidas en sus dos días de duración.
"Derribando muros y dogmas" y no sólo eso, sino desafiando preferencias y posturas la fecha coincidió por casualidad o no con el famoso engendro del capital y monopolio de la industria musical en vivo, Hell and Heaven con lo que para quienes lo vivimos, se volvió inevitable la comparación. Desde la experiencia de algunos que viajando en transporte público con maletas y tiendas de campaña fuimos malinterpretados (no, no voy para el cielo y el infierno*, voy a fijar bien mis pies a la Tierra) hasta llegar al lugar del evento a experimentar un fin de semana que, aunque para algunos sólo fue un tokin más, para otros fue una convivencia amistosa bien organizada y totalmente inclusiva para quienes compartimos el punk como preferencia e/o identidad.

Lo que llamó fuerte mi atención fue la dinámica de actividades múltiples en un sólo evento, combinando actividades de ocio, recreación, vacación, diversión, espiritualidad, consciencia, análisis y visión a futuro en un sólo lugar, tiempo y espacio. 
 Y si bien no todo fue miel sobre hojuelas, (desde que el festival fue anunciado hubo roces, críticas, sabotaje y falsificación hasta ciertas incidencias de algunos necios los días del evento) al final fluyó dejándonos un buen sabor de boca y grandes recuerdos, pero lo que es mucho más importante, muchas enseñanzas, reflexiones y esperanza para seguir ideando y construyendo proyectos que apoyen la escena, la ideología autogestiva, que rompan con toda imposición que nos impida crecer individual y colectivamente.

En lo personal asistí por primera vez y sin acompañantes salvo mi hija, lo cuál fue una experiencia nueva para mí y un poco arriesgada, me decían mis allegados; el viajar solas sin auto (aunque fuera un viaje corto) hasta un lugar grande con gente que en su mayoría -más por timidez que por extrañeza- no conozco, y encima pasar allí dos noches acampando a la intemperie. Debo admitir que el riesgo no era bajo (porque vamos, a pesar de ser una comunidad generalmente respetuosa, vivimos en un país feminicida). Probablemente intentaba ejercitar mi libertad e independencia, ponerla a prueba, desafiar al país y sus circunstancias limitantes para las mujeres y niñas(os). Tal vez no debimos haber ido solas, la verdad no lo recomiendo y no es que dude de la seguridad y excelente organización del evento, o de la gente que asistió a éste. Tampoco puedo asegurar que no lo volvería a hacer de ese modo pero es para reflexionar el grado de peligro al que eres capaz de exponerte buscando una buena experiencia cuando como mujer vives todos los días de tu vida en riesgo de todo. Por fortuna para nosotras todo salió bien y quedé satisfecha, con muchas ganas de repetir la experiencia (imperdible, eso sí).

Y es que lo que se vivió esos dos días no es algo fácil de poner en palabras, lamentablemente tampoco pude tomar muchas fotos pero ---> por ahí rondan muy buenas imágenes capturadas. Al inicio del post mencioné que es uno de los eventos más ambiciosos, y es aquí donde cabe el enorme reconocimiento a los organizadores porque no es nada fácil juntar a alrededor de 50 bandas, entre ellas internacionales y gestionar cada detalle. Realmente muchos no sabemos el trabajo que hay detrás de todo esto; yo nunca he organizado un evento pero he seguido muy de cerca el proceso para traer a una, sí, una sola banda y es una joda. Acá no estamos hablando sólo de 50 bandas, o de 15 internacionales y todo lo que conlleva invitarlas (administración de tiempo y dinero, lugar, seguridad, hospitalidad, equipo adecuado, transporte, etc.), sino además un servicio de lo más completo para los asistentes, la inclusión de actividades extra, la garantía de seguridad en la medida posible, la inclusión a través del servicio de comida vegana, área infantil, transporte directo, promociones... Y todo sin ningún patrocinador, sin monopolio inversionista, sin abusar del precio del boleto; de forma totalmente autogestiva. Mi insistencia en esta reflexión y el comparativo con aquel otro festival es que con todo respeto a las bandas que se presentan allá, es una pena apoyar a festivales que propician la explotación en la industria musical y la creación de música para fines frívolos o económicos, mas no como cultura y arte. Nos encontramos en una era donde se especula que el rock y su familia están por desaparecer gracias a la popularidad de la música frívola, y nuestro más grave error es aportar a los pilares que mantienen a la industria que propicia su desaparición.

Aunque recomiendo ampliamente el festival Punkytud a cualquier persona que lleve ideologías subversivas o que disfrute de este género, comprendo que no todos gustan de él. Pero la existencia de proyectos como éste nos hacen ver que aún hay alternativas, que es posible autogestionar un festival de música de forma independiente y salir con éxito, que si a mi no me gusta el punk y prefiero otro género puedo organizarme y armar mi propio evento o cualquier cosa que se me ocurra. Hay que seguir los buenos ejemplos y abrir los ojos a que hay mucho más allá de lo que conocemos o a lo que tenemos acceso.


Lo que intento decir es que, como seguidora de la escena under, nuevamente estoy muy orgullosa del trabajo que se realiza, en este caso en México, país que lamentablemente se encuentra en estado crítico y necesita más que nunca de ese sector preocupado por generar un estilo de vida distinto, rebelde y defensivo de la cultura y contracultura. Probablemente no cambiaremos el país ni el mundo, pero somos (al menos entre nosotros) la esperanza de saber que no estamos solos en las ideas de lucha por algo que, aquellos que llaman utopía, es porque no han estado en un Punkytud.


Por cierto, no me despido sin mencionar que la selección de bandas fue increíble, incluyendo a las muy esperadas. Pura emoción, unión y buena onda, comparto abajo un poco de lo subido por algunos compañeros.
Gracias a todos los que organizaron, aportaron, asistieron y complementaron este evento. Gracias también a los que me encontré por allá y compartimos algún buen momento. Si todo sigue así, nos veremos la próxima.